Concierto barroco y "colombianada"

Hoy el día empezó con una buena dosis de ejercicio en el parque Agustín Rodríguez Sahagún y luego siguió con actividades varias de limpieza y demás asuntos de la vida ordinaria de un estudiante fuera de su país. Luego de trabajar un poco, de revisar correos, hablar con Colombia y almorzar tarde, me aliste para ir a otro concierto.

Para envidia de mis amigos músicos en Colombia, estuve de Nuevo en el Auditorio Nacional de Música y en esta oportunidad nada más y nada menos que con Il Giardino Armonico, una orquesta barroca italiana de primer nivel.

De nuevo con 10 euros la boleta era en el anfiteatro, lo que en Colombia llamaríamos gallinero. No se ve ni se oye mal, pero como buenos colombianos, después del intermedio indentificamos unas sillas vacías en el primer balcón izquierdo, y ni cortos ni perezosos.... Pero bueno, sobre la música, un poco de Haendel, Geminiani y Locatelli. La disposición era solo de cuerdas. Una vez cambiamos de puesto se pudo apreciar el verdadero nivel de este grupo. Salí muy contento de poder disfrutar de un concierto de calidad en un escenario tan apropiado. De paso, se nota el gran espacio que el barroco ha ganado en las grandes salas de concierto con las dificultades acusticas que ello supone.

Vendrán muchos conciertos más. Ya estoy haciendo la lista de aquellos a los que no faltaré. Hay de donde escoger. Y muchos son barrocos y renacentistas. Incluso hay algo de Opera barroca. A muchos les parecera que no hay nada que envidiar pero a mis amigos Andrés Silva, Luis Fernando Zapata, Mauricio Roa y Sebastián Vega sí que se les puede despertar.

Para los curiosos, y los que les suene interesante, les dejo un video para que se den una idea:

Artistas callejeros, címbalos en Puerta del Sol, y Jesús ha vuelto

El dia se inicio comprando las entradas para el concierto de Il Giardino Armónico, una orquesta barroca italiana de primer nivel que se presenta mañana  en el Auditorio Nacional de Música. Consguí entradas en el ultimo puesto de la tribuna por 10 Euros. Luego, de vuelta al apartamento a organziarlo un poco.

Más tarde almorcé en el centro y paseé por la Puerta del Sol y me entretuve con la actividad artística callejera: mariachis mexicanos, estatuas humanas, saxofonistas, cuartetos de cuerda y más. Lo mejor resultó un grupo compuesto por dos cimbalos, acordeón y contrabajo. El címbalo es un instrumento de origen gitano no muy conocido en Suramerica pero muy popular en Hungría. Fueron los más aplaudidos y recompensados con monedas esta tarde.

Las estatuas humanas, que se han extendido mucho por todo el mundo ahora tienen una variante muy divertida, como se ve en la fotografía siguiente de "Jesús" que ha vuelto de nuevo a la tierra, pero no está juzgando a vivos y muertos, sino que esta pidiendo limosna y levitando en la Puerta del Sol.

Esta es una variante no tan "sublime" pero quizás mejor lograda:

Futuros ciertos e inciertos con Chávez y Uribe en la misma mesa

Hoy fue un día de relaciones públicas. Almuerzo con Pahola Azuero (colombiana, expatriada y que trabaja en Renfe) y luego encuentro con mis amigos que llegaron de Venezuela, Sandra Orjuela y Víctor Hernández. Los cuatro fuimos al despacho de Antonio Lucas. La tarde empezó con un café y algo de tertulia, y terminó con el visto bueno al primer avance de mi proyecto de investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA) que es el paso anterior a la tesis doctoral. Por ahora se llama Delimitación de referentes teóricos para la gestión de la comunicación digital en las organizaciones. Es por ahora un título y un esbozo de sus partes. Ahora viene el trabajo complicado de convertirlo en textos coherentes y profundos. El título no es nada, aunque es un primer paso que da un poco de dirección. Al final, probablemente cambiará.

Al dejar el despacho de Lucas la tertulia se convirtió en cena y fuimos a la Plaza de Colón en la esquina de la Calle Génova, a un sitio que sentí muy español llamado Río Frío. Hablamos de Chávez, de Uribe, de la política aquí y allá, de la vida en España, Colombia y Venezuela y de nuestros futuros, unos más inciertos, otros pareciera que menos, pero futuros al fin y al cabo.

Departir con Sandra, Víctor y Pahola es siempre muy grato. Hay mucho de que hablar y falta tiempo. Son momentos de tono intelectual y con un aire internacional en el ambiente (por extrañas razones nos encontramos a éste y otro lado del atlántico). La amistad sobrevive a pesar de la distancia y hay espacio para el reencuentro.

La persiana se abre y se cierra

En España las ventanas tienen unas divertidas persianas que al cerrarlas se acaba el sufrimiento por oscurecer una habitación o un apartamento en segundos. No las he visto en otro país. Esta mañana al abrirla, veo que ha caído Nieve. Sé que en Madrid esto es realmente una novedad. En este invierno ya hubo tormentas de nieve en esta ciudad con el respectivo colapso de la actividad diaria.

Esta mañana ha sido un poco diferente porque fue una nieve ligera que no pasó de ser una simple novedad. A medio día estaba derretida.

He visto nevar muchas veces pero sobre todo en la alta montaña andina. La nieve en fuera del trópico es diferente, además que se siente diferente cuando se te presenta al salir de tu casa y no al abrir la puerta de una carpa.

La nieve dio paso a un día realmente hermoso de invierno. Las nubes desaparecieron, el viento se hizo presente y el sol por fin brilló sin descanso.

Valió la pena el sacrificio el tiempo dedicado a la lectura de La Esfera pública y la privada de Hannah Arendt pues hice mi primera “aparición en público” pues me lancé al ruedo para resumir lo leído para el curso de sociedad de masas y opinión pública con Aina López. Me voy con la sensación de que es necesario establecer algún tipo de contacto con la filosofía y la sociología para enriquecer cualquier estudio relacionado con la comunicación. Usualmente huimos de ello pero sí que puede ayudarnos a incrementar el ejercicio intelectual, tan ausente muchas veces de nuestro entorno. ¡Hay que abrir la persiana de la mente!

Lindo atardecer, día productivo. oscurece y hay que cerrar la persiana.

La minoría de edad, no sólo cronológica, y el ejercicio de la mente

Después de un letárgico fin de semana, sin muchos afanes, y más bien poco productivo, la semana empieza con una dinámica diferente. Voy al despacho de Antonio Lucas y a leer no que no leí el fin de semana. Empiezo con Immanuel Kant sobre la pregunta a qué es la Ilustración. 3 horas para un texto de cuatro cuartillas… Mmm. No sé. Qué no sé note el oxido mental. Pero bueno, al final algo extraño sucedió… lo disfrute. En este texto se evidencia que Kant se ocupó salir delo que él llama la minoría de edad. Qué complicado resulta descubrir que no solo hay una minoría de edad cronológica sino también psicológica, y lo que es peor, intelectual. Dejémoslo ahí. No quiero añadir otro tema para darle vueltas a la cabeza.

Luego de resumir a Kant y esperar a que lo haya entendido, el día ha terminado, llega la hora de comer. Hay comida vegetariana a pocas cuadras del despacho de Lucas, con gimnasio y cancha de paddle tennis. Antonio programa los dos planes para el futuro: interrumpir el ejercicio intelectual por el físico. ¡Programado para la próxima semana!

Después de comer descubro otro parque en Madrid. Caminamos con Antonio para cruzar las dos cuadras que nos separan del restaurante a su despacho (un leve desvío) y de vuelta al ejercicio de la mente.

Ahora es el turno para Hannah Arendt (no le digan a nadie que no la había oído nombrar nunca. Si llega a enterarse Aina López de eso, puedo perder el curso de Sociedad de Masas). No lo encuentro tan denso, pero igual la lectura es lenta…, lenta… muy lenta. Inicio a hacer el resumen y bueno, creo que no está tan mal.

De vuelta a casa, Metro línea 6, Metro línea 1, estación Valdeacederas y a lavar ropa. Qué cambio, ¿no?

Metromadrid y transmilenio; Torres KIO y El Lago

Mañana fría, poco sol, y otro día en que la levantada no es tan temprano. De nuevo vamos con Diana al parque a trotar y el frío está fuerte. Al final, sin embargo, el sol aparece y hacer ejercicio resulta más placentero.

Nos organizamos para ir al Centro Comercial Plaza Norte 2 en San Sebastian de los Reyes, al norte de Madrid. Tomamos un bus en el intercambiador de Plaza de Castilla, que es una estación subterránea de buses, como otras que hay en Madrid, que me obliga a comparar la infraestructura de trasportes de una capital Europea con nuestro Transmilenio. Aunque después de haber viajado en muchos metros y buses en distintos países Transmilenio no me parece un mal sistema de transporte. Pero en cuestión de puntualidad, orden, variedad, disponibilidad e integración aún en Colombia falta mucho por aprender.

Pero en lo que en Colombia si hay alguna ventaja es en la disponibilidad del comercio. A pesar de que según la página Web del Centro Comercial hoy domingo estaba abierto, la verdad es que lo único que abrió fue la zona de comidas. Además un reja separa esa zona del centro con el resto. No se puede vitrinear. Puntos negativos para esta capital.

Olvide contar que camino al intercambiador pasé pude detallar por primera vez lo interesante de las torres inclinadas de Plaza de Castilla, conocidas como las Torres KIO. Había pasado cerca de ellas de noche, incluso las había visto en la lejanía en este viaje y otros, pero el sol del atardecer la hizo ver majestuosas, a pesar de que no son tan altas. De esto no tenemos nada en Colombia, salvo los edificios inclinados en la zona del lago en Bogotá.

Del análisis de contenido a la Zamba para no morir

Hoy me dediqué a la biblioteca todo el día. Lo que estoy haciendo es revisar todos los libros sobre comunicación organizacional e identificar autores que escribieron algo sobre nuevas tecnologías aplicada a ese campo. No hay mucho en realidad, lo cual genera ventajas y desventajas para mi trabajo. Se me ocurrio además una idea interesante de viajar a otras ciudades de España y entrevistarme con los profesores que estoy identificando que han escrito esas cosas. Creo que puede resultar un ejercicio valioso académico interesante para abrir nuevas puertas.

En la tarde estuve leyendo un capítulo sobre análisis de contenido, un método de investigación, tema que me resulta

Anoche estuve en el Teatro de la Zarzuela en un concierto de homenaje a Mercedes Sosa. Cantaron Pedro Guerra, Joan Manue Serrat, Ana Belén, Tania Libertad y un grupo argentino (el que menos me gustó) que se llama Opus Cuatro. Fui con Diana y con Shirley (mis room-mates). Las canciones eran tristes todas, como para rasgarse las vestiduras, pero bueno. Apenas para el frio día. Como constancia dejo aquí la letra de una canción que cantó Pedro Guerra y que me gustó mucho:

Zamba para no morir

Romperá la tarde mi voz
hasta el eco de ayer
voy quedándome sólo al final
muerto de sed, harto de andar
pero sigo creciendo en el sol, vivo

era el tiempo la flor
la madera frutal
luego el hacha se puso a golpear
verse caer, sólo rodar
pero el árbol reverdecerá, nuevo

Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy
con el cuerpo asombrado me iré
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire al gritar, siempre

Mi razón no pide piedad
se dispone a partir
no me gusta las muerte ritual
sólo dormir, verme borrar
una historia me recordará, vivo

veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar
no me puede el olvido vencer
hoy como ayer, siempre llegar
en el hijo se puede volver, nuevo

Actualizo esta entrada con el video e la intervención de Pedro Guerra grabado en el mismo concierto por algún "pirata". El testimonio ahora sí está completo:

Tomémonos un whisky en la cafetería de la Universidad, para olvidar mi ignorancia

Hoy tenía la primera clase con Jose Antonio Ruiz, pero estaba enfermo la canceló. Le hice un par de preguntas sobre las lecturas y se marchó. Bueno, yo era el único que se presentó a clase. Me dejó nuevas lecturas, y a mí me viene bien tener más tiempo para leer por mi cuenta y trabajar en mi proyecto de investigación.

Hoy probé comer algo diferente y me fui para la cafetería de la Facultad de Ciencias de la Infomración. Es muy activa. Además grandísima y tiene un toque divertido (lo mínimo para una facultad con 10.000 estudiantes). Me llamaron la atención las máquinas en las que pagas lo que quieres comer, y te sale un recibo para reclamar lo que compraste. No hay cajeros. Es un poco desordenada, y aquí si parece que estoy en una universidad pública ,como las nuestras (en muchos lugares no se nota, como en la mayoría de los salones). Dentro de las curiosidades de la cafetería está que puedes compar cerveza y Wisky. Eso es lo que yo llamo "modernidad", ja, ja.

Por la tarde tuve la primera clase con Aina López, la profesora con la que no había podido hablar, hasta esta mañana. El nivel es bien teórico y en esta clase salió a relucir todo el bagaje filosófico/sociológico/cultural de los europeos, y más aún, por encontrarnos en una universidad y en un departamento de sociología. Yo me alancé a sentir en el lugar equivocado, sobretodo porque nuestras universidades están más centradas en el hacer que en el pensar. No entendí mucho de lo que se hablaba pues por razones ya explicadas no hice las lecturas. De hecho me costó tomar apuntes. No sabía que escribir. La profesora al final nos reclamó a varios que la clase es un seminario y que debemos participar (en esta clase somos 6 cinco estudiantes, la más numerosa de todas). Una compañera le respondió que si no sentíamos que teníamos nada que aportar era mejor quedarnos callados. Para mis adentros opiné lo mismo. Necesito un whisky para no pensar en mi ignorancia.

A 8000 millas de distancia de Comcel: no llega donde yo llego

Hoy fue un día de biblioteca. Empecé a revisar la bilbiografía de mi investigación y ya revisé los primeros díez libros. La biblioteca es enorme. Está compuesta por sólo libros de temas de comunicación y afines. Creo que en volúmenes es tan grande como la de la Universidad de la Sabana que tiene de todos las áreas. Y eso que es solo una de la muchas bibliotecas que hay en el campus.

Luego me encontré con Antonio Lucas y fuimos a comer (aquí le  llaman así al almuerzo). Más tarde busqué a la profesora que me faltaba conocer (Aina López) pero no pudimos vernos pues me equivoqué del lugar donde atiende a los estudiantes. Todo por no leer bien la cartelera donde está la información, problema recurrente en los latinomericanos, tal como me dice Antonio. Terminé contactándola por e-mail.

Volví a la biblioteca a leer para la clase de mañana y a responder varios correos de cosas pendientes con la Sabana. Aunque la verdad sea dicha, estoy muy desconectado de la Universidad en Bogotá, pero ha sido algo deliberado y a propósito. 

En la noche traté de desbloquear mi celular de Comcel que por el cambio de SIM Card haciendo maromas con un teléfono español que voy a empezar a usar se me bloqueó. Ya no sé que hacer. Tengo ganas de cortar ese equipo así pierda el número. Llamé a Bogotá y me dicen que no pueden hacer nada. Ni el número PUK funciona. Me acuerdo del slogan y la musiquita: llega donde nadie llega, va más allá... Falso, totalmente falso.

Luego me dieron las dos de la mañana sin dormir. No me he sentido muy bien esta noche. Creo que ya he asumido en el lugar en que estoy, lejos de Colombia, y de la excitación inicial de esta aventura he pasado a la realidad. Me he sentido algo deprimido y fuera de lugar. Mañan será otro día.

Concierto de la Orquesta Nacional de España

Me desperté no tan temprano y salí a conocer el Auditorio Nacional de Música. Me dirijí al concierto de la Orquesta Nacional de España y de paso concer por dentro el Auditorio Nacional de Música que mencione anteriormente. El programa incluyó una obra de Ravel y La Consagración de la Primavera de Stravinsky. Este concierto es parte de un ciclo de las orquestas y coros nacionales de España y está titulado Música y Naturaleza; explora el variado repertorio de toda la historia de la música que conecta estos dos conceptos.

El Director de la Orquesta fue Josep Pons, que es su Director Titular... Para quienes quieren tener una idea audiovisual de lo que estoy hablando, encontré este informal video que puede ilustrar un poco:

Los programas de los conciertos son impecables en la impresión y en las notas. Además, el folleto que presenta el ciclo es todo un impreso de colección.

Llegué un poco tarde, sin entrada. Aún había boletas pero la fila se demoró demasiado. Me perdí la primera obra, pero luego entré a la parte más extensa del concierto. Me percaté de cómo algunas personas a quienes les sobren entradas las regalan o las venden junto a la taquilla. No tuve suerte. Las dos que regalaron se las raparon (esta historia cómo modo de entrar a un buen concierto con entradas agotadas se la había escuchado a mi amiga Norella de Saretzky como una de sus estrategias. Vy a intentarla en otra oportunidad). El Auditorio es espectacular y el ambiente super sofisticado, como lo es usualmente en estos lugares. Qué buena música, qué bueno estar en Europa, pienso para mis adentros.

Luego salí a almorzar y probé uno de los tantos restaurantes árabes donde hay simepre una opción vegetariana, usalmente con falafel (he probado "falafeles" en mucho sitios, desde Chía hasta Jerusalen, creo que me volveré catador de falafel).  Hay muchos restaurantes árabes aquí en Madrid. Supongo que la mayoría de sus dueños provienen de Marruecos y Túnez, que están bastante cerca. "Alamjalas ajum anerjevi." No sé que significa, pero suena a arabe. Sonidos tomados de un televisor con canales en ese idioma que la dueña del lugar pasaba ejercitando su zapping.

Parque para correr y variada agenda de conciertos

Hoy me levanté un poco más tempreno. Como a las 9:45. Salí a correr después de identificar en el mapa de Madrid el parque más cercano. Esto es algo que trato de hacer en cualquier ciudad a la que voy y dispongo de tiempo para hacer ejercicio. Aunque estoy lejos de considerarme un atleta consumado, el historial de calles de ciudades por las que he salido a correr va en aumento. Encuentro entonces el parque a unas 10 cuadras y salgo. Hacía un poco de frío (8 grados), pero corrí una hora. Sentí la ventaja de estar a una altura no mayor de 700 metros sobre el nivel del mar. Resultó muy bien. Ya encontré un lugar para el footing matinal. Además en el parque hay algunas barras y zonas para abdominales y otros ejercicios. Por ahora no extrañaré el gimansio.

Regresé al apartamento y por primera vez tuve la oportundiad de hablar en calma con Shirley, roommate que trabaja en la embajada colombiana en Madrid. Le ayudé un poco a organizar el apartamento. Me bañé y salí a pasear. También quiero sumarle este tipo de actividades, paseos varios. No solo vine a "pensar, leer y escribir."

Me sentí bien caminando por las calles y sientiendo el sabor de esta ciudad, tan distinta a las nuestras. Todo es más lento, más organizado, ¿más civilidado? Fui a almorzar a Maoz, una especie de sitio de comidas rapidas para vegetarianos. Luego me fui a pie hasta el Auditorio Nacional de Música. Estaba bien lejos. me demoré como dos horas, pero una vez en el sitio me emocioné con la abundante agenda de conciertos que hay. Ya tengo un interesante plan, como Antonio me decía, para vivir Madrid de manera más intensa no solo en la parte intelectual, sino también cultural.Voy a tratar de asistir a muchos.

Por ahora, solo conozco el Auditorio por fotos en el sitio Web y en otras páginas y blogs:

Tomé el tren de regreso al apartamento y me encontré con Diana, la dueña de casa, que acababa de llegar de Bogotá. Hizo chocolate con arepa de comida y luego vimos una película un poco triste con Cameron Díaz: My Sister´s Keeper (basada en un interesante dilema ético para los padres, y una película que puede servir de ejemplo para los expertos en bioética). Creo que la película está en cartelera, pero gracías a la piratería la podimos ver sin salir a la calle con una temperatura cercana a los 0 grados.

Pensar, leer y escribir; pensar, leer y escribir...

Sonó el despertador a las 8:00. Lo volví a ajustar para las 8:30. No sonó. Me desperté a las 10:49 am. El horario me jugó esa mala pasada. Con todo y que aquí los horarios son distitnos a los que usualmente tenemos en colombia (Aquí las 8:00 a.m. son como las 6:00 a.m. para nosotros), el jetlag sigue presente. Me organicé rápido y salí rumbo a la Unviersidad. Entré a la biblioteca e inicié a estudiar las primeras lecturas que me han dejado los profesores. Una de ellas, todo un ladrillo: teoría de la opinión pública. No sé mucho, quizás ni me interesa. Hago lo que puedo, me "tiré" dos horas y sólo pude leer 10 páginas. No entendí mucho a pesar de que hice un resumen, pero no sé si me servirá de algo.

A medio día fui a almorzar a Moncloa, al FrescCo, Me fui a pie por entre los edificios del campus universitario y pasé cerca del Museo de América. También pasé al pie de una especie de mirador que está cercado y en reparación. No sé si se trata de un obelisco u otro tipo de edificio. Me quedé con la duda. Ya hacía unos meses en otro viaje la inquietud me había asaltado y aúun no la resuelvo. Luego del almuerzo camino un poco y llego a Argüelles, una zona comercial en la que hay uno de los almacenes por departamentos símbolo de España: el Corte Inglés. Un poco de "vitrineo" y regreso hacia la Universidad, ahora con rumbo hacia el despacho de Antonio Lucas Marín. Caminar es una buena manera de sentir y vivir estas ciudades europeas.

Estuvimos hablando con Antonio del trabajo de investigación que es el centro de las actividades que tengo que encarar (Quizás la más importante). Le hice muchas preguntas sobre cómo empezar. En resumen me dijo: lo que debes hacer es leer, pensar y escribir; leer pensar y escribir... Me queda muy claro.

Vuelvo al apartamento y me acuesto tarde viendo videos en Internet del terremoto en Haití. ¡Qué triste!

Buen día para ser el primero

Hoy fue un buen día para estar recién "desempacado" del tercer mundo. Hablé con tres de los cuatro profesores que tendré. No hubo mayores inconvenientes a pesar de que según el calendario de clases llego tarde. Creo que el comentario de que llego algo retrasado de fecha es solo para "marcar territorio". En noviembre las fechas de inicio de clases se publicaron tarde, en diciembre llegó navidad y en enero Reyes. Además hubo tormentas de nieve en Madrid y todo colapsó. Para mi era imposible llegar en noviembre por los trámites de visado y en mi trabajo. Me percato de que prácticamente no han habido clases. Mi estrategia de apretar el tiempo lo máximo posible ha dado resultado. 

Estuve en la primera clase y realicé algunas labores administrativas. Sobre lo último, ya pronto tendré carnet (dicen que me llegará la casa) y seré simplemente un estudiante. Bueno, ya lo soy.

Caminé un poco para ir a almorzar en la zona de Moncloa, en un bufet que viene muy bien para vegetarianos. Se llama FrescCo.  Me enteré que tienen un precio para estudiantes. Ja, ja., Si supieran que tengo 41. Pero bueno, no hay edad ni para el amor ni para estudiar. Espero el carnet para poder aprovechar éste y otros descuentos.

En la tarde volví a la Universidad y estuve en la biblioteca. Me encanta que se mantiene casi tan llena como la cafetería. En Colombia pocas son las bibliotecas universitarias con el nivel de uso de una como la de la Complutense. Aunque hay que acalrar que esta es simplemente una de las treinta que hay en toda la unviersidad. Solo en las bibliotecas trabajan 517 personas y cuenta con más de 9700 puestos de lectura y 1000 computadoras al servicio de los estudiantes.

Regresé al apartamento y como vengo con mucho interés de participar de la vida cultural, y sobretodo musical, de Madrid, busqué en la web y encontré un auditorio simplemente espectacular. Todos los días hay uno o varios conciertos. Es impresionante. Y las agrupaciones son del más alto nviel internacional. Se trata del Auditorio Nacional de Música. Creo que me pasearé por allí en más de una ocasión. 

El choque con la realidad

El avión aterrizó al rededor de las 8:00 a.m. hora local, pero aun estaba oscuro. Pasé inmigración sin problema y tomé el metro: línea 9 y luego línea 1. No me sentí tan perdido pues la última vez que estuve en Madrid aún estaba fresca en mi memoria. Sin embargo, me perdí un poco encontrando el edificio del apartamento de Diana Hincapié, una gran amiga que me abrió las puertas de su casa, y ella sin darse cuenta, empieza a prestarme una ayuda invaluable en este proyecto. Trataré de hacérselo saber. Al final llegué, tomé un maño, me cambié y salí para la Universidad.

Fui directo a buscar a Antonio Lucas Marín, profesor de la Universidad Complutense y "complice" de este proyecto, pero no estaba allí. Entonce volví al apartamento y lo lo llamé por Skype. Acordamos vernos en la tarde en su despacho, y de paso yo fui tratando de no dormirme para acostarme en la noche y superar el jetlag.  Salí a almorzar comida turca aquí cerca (lo más barato que encontré, pues desde ahora soy estudiante de nuevo). Hice algunas compras de frutas y víveres para estos primeros días.

Me sentí muy cansado todo el día. En los trayectos en el metro me quedaba dormido por décimas de segundo (microsueño). Pero superé la prueba y al fin me encontré con Antonio y hablamos de los planes, del proyecto de investigación y le hice varias preguntas iniciales para irme ubicando. Salí en medio de un aguacero fuerte (en la mañana también estaba lloviendo) y me mojé bastante. El metro está a seis cuadras del despacho de Antonio.

Llegué de nuevo al apartamento de Diana. Estoy muy cansado y llegó la hora de dormir. En la tarde sentí una baja en mi ánimo pero sé de qué se trata. Aunque un proyecto como este tiene su emoción, también traen consigo una tensión. Es una meta que deseo alcanzar pero sé que no eserá fácil. Tendré que trabajar y luchar por ello. Esto es simplemente el choque con la realidad.

De viaje hacia la Complutense

Anoche me acosté muy tarde, y tenía que madrugar pues sali con rumbo inicial a Caracas. Allí aterricé a las 11:00 a.m. y el vuelo de conexión a Madrid es al final de la tarde. La mayoría de los vuelos a Europa estuvieron retrasados y este no fue una excepción. Espero que el cansancio acumulado me ayude a cuadrar el horario de manera más facil. Siempee en dirección al viejo contiente me cuesta más que al regreso (cuestiones de bioritmo).

En el aeropuerto de Bogotá me encontré con Waldemar Nicklevick, el primer brasileño que subió al Everest. Yo lo conocí por Internet hace díez años y le ayudé a contactar algunos montañistas colombianos. Viene del Cocuy (que se vió espectacuar desde el avión) y lo identifiqué por el nombre marcado en la maleta (que casualidad) cuando estaba en el proceso de registro. Él se acordaba de mí. Estaba  un poco envolatado con los impuestos y me dijo que me buscaba para un café, pero al final no lo vi. La sorpresa fue doble pues el viajaba a Caracas y estabamos en la misma fila del avión. Había un asiento vacío y luego del cambio de asiento aprovechamos para viajar y contarnos historias de viajes y montañas. Él ha subido 7 de las 14 montañas más altas del Himalaya (los famosos catorce ochomiles). Aproveché para satisfacer mi espíritu curioso de periodista y montañista con una buena dosis de preguntas.

Luego en Caracas la espera no la sentí tan larga. Trabajé en el portatil y cambié 10 euros por bolívares en el mercado negro, pero me sentí como un delincuente. Era simplemente para almorzar y no ser víctima de la represión cambiaria de Chávez.

Una vez en el avión a Madrid, que salió una hora tarde, todo trascurrió sin novedad. Por fortuna el compañero de fila no era obeso (como me ha ocurrido en ocasiones) y pude viajar cómodo (en la fila 49). Como dato curioso este avión es el más largo del mundo después del Antonov. Alcancé a dormir 4 horas después de tomarme dos pastillitas de un somnífero naturista. Me desperté y sentí a Europa más cerca, y a la Universidad Complutense también.

Se inicia la aventura de irme a estudiar mi doctorado a España

Se inicia esta loca aventura de irme a estudiar a España, a realizar por fin los anhelados estudios de doctorado. Hubo algún momento en que vi este momento tan remoto que no dejo de sorprenderme. Estoy a pocas horas de emprender el viaje y siento una buena mezcla de ansiedad, felicidad, preocupación y hasta tristeza. Pero bueno, creo que es normal. No hay vuelta atrás.

Todos mis intentos de blogs anteriores han fracasado, por diversas razones. Pero este creo que va a ser diferente. Para los lectores que llegan a esta primera entrada, una breve explicación: encontrarán en estas líneas la recopilación de mis experiencias personales de una estadía inicial de 6 meses en Madrid para adelantar los cursos doctorales en la Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Sociología VI de la Facultad de Ciencias de la Infomación.

Se trata de un blog temporal que recogerá momentos diversos de mi interés: el estudio, la bilbioteca, viajes cortos por Madrid y cercanías, otros viajes a distintos lugares de Europa, y experiencias de disfrute de la vida en esta interesante ciudad y en el viejo contienente, como la asistencia a conciertos, visitas a Museos, la vida cotidiana, etc. Espero que pueda resultar de algún interés para los cibernautas que por casualidad lleguen a esta bitácora y para los allegados que se preguntan qué ha sido de mi vida.