lunes, 17 de mayo de 2010

Por fin el sol en todo su explendor... Y me fui para Toledo

Todos las noches antes de dormirme veo en la web de Radio Televisión Española el pronóstico del tiempo. Y han pasado más de dos semanas en las que estaba esperando que se impusiera el "anti-ciclón". (Hasta me estoy aprendiendo el lenguaje meteorológico). Finalmente el susodicho fenómeno llegó y las nubes se han ido, y espero que por mucho tiempo. En las pasadas semanas la temperatura estuvo en muchos momentos diez grados por debajo de la media para esta época. Incluso estuvo nevando en la Sierra.

Aprovechando el cambio de clima, y en "recompensa" a que la semana pasada estudié con mucha disciplina, decidí volver a Toledo. Estuve allí hace tres años, pero conocí muy poco pues el día estaba muy lluvioso y frío. Hoy fue otra historia. Sol en todo su esplendor, una temperatura perfecta (no mas de 22 grados).

En un tren de alta velocidad, el viaje solo tomó 30 minutos desde la estación de Atocha. Al llegar decidí empezar por el camino más largo. Quería subir al mirador, un lugar desde donde se puede apreciar toda la ciudad. Lo había visto por Internet la noche anterior. No me tomó más de 30 minutos llegar allí, y sí que valió la pena pues la vista es fabulosa, como lo evidencia esta foto:


Al bajar de nuevo al inicio, fue necesario ahora ascender a la ciudad antigua, pues como se ve en la foto anterior está sobre una colina. El camino que tomé fue de unas escaleras, que dejan ver al final la Toledo Nueva, también con una vista imponente. Como estaba muy despejado, la Sierra de Madrid, se alcanzaba a ver a lo lejos con su manto de nieve de la semana pasada.

Está ciudad también está llena de historia y de nombres ilustres. El Greco, por ejemplo, es uno de ellos. En la Catedral hay una buena selección de obras religiosas de él. Mi carnet de estudiante sirvió para poder entrar gratis (normalmente el ingreso vale 7 Euros) y ver en la sacristía sus pinturas. De paso, vi probablemente la catedral más ornamentada de todas las que he visto en Europa. Me impactó mucho lo fastuosa que es (por dentro y por fuera):


Por lo demás, hubo una buena sesión fotográfica, tuve un buen descanso, pues hasta tuve tiempo para sentarme en un parque y dormir un rato en una banca aprovechando el  calor primaveral, y me reivindiqué con este lugar al que había pensado volver, pero solo sí había buen tiempo.