Hoy fue un día de relaciones públicas. Almuerzo con Pahola Azuero (colombiana, expatriada y que trabaja en Renfe) y luego encuentro con mis amigos que llegaron de Venezuela, Sandra Orjuela y Víctor Hernández. Los cuatro fuimos al despacho de Antonio Lucas. La tarde empezó con un café y algo de tertulia, y terminó con el visto bueno al primer avance de mi proyecto de investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA) que es el paso anterior a la tesis doctoral. Por ahora se llama Delimitación de referentes teóricos para la gestión de la comunicación digital en las organizaciones. Es por ahora un título y un esbozo de sus partes. Ahora viene el trabajo complicado de convertirlo en textos coherentes y profundos. El título no es nada, aunque es un primer paso que da un poco de dirección. Al final, probablemente cambiará.
Al dejar el despacho de Lucas la tertulia se convirtió en cena y fuimos a la Plaza de Colón en la esquina de la Calle Génova, a un sitio que sentí muy español llamado Río Frío. Hablamos de Chávez, de Uribe, de la política aquí y allá, de la vida en España, Colombia y Venezuela y de nuestros futuros, unos más inciertos, otros pareciera que menos, pero futuros al fin y al cabo.
Departir con Sandra, Víctor y Pahola es siempre muy grato. Hay mucho de que hablar y falta tiempo. Son momentos de tono intelectual y con un aire internacional en el ambiente (por extrañas razones nos encontramos a éste y otro lado del atlántico). La amistad sobrevive a pesar de la distancia y hay espacio para el reencuentro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario