miércoles, 13 de enero de 2010

El choque con la realidad

El avión aterrizó al rededor de las 8:00 a.m. hora local, pero aun estaba oscuro. Pasé inmigración sin problema y tomé el metro: línea 9 y luego línea 1. No me sentí tan perdido pues la última vez que estuve en Madrid aún estaba fresca en mi memoria. Sin embargo, me perdí un poco encontrando el edificio del apartamento de Diana Hincapié, una gran amiga que me abrió las puertas de su casa, y ella sin darse cuenta, empieza a prestarme una ayuda invaluable en este proyecto. Trataré de hacérselo saber. Al final llegué, tomé un maño, me cambié y salí para la Universidad.

Fui directo a buscar a Antonio Lucas Marín, profesor de la Universidad Complutense y "complice" de este proyecto, pero no estaba allí. Entonce volví al apartamento y lo lo llamé por Skype. Acordamos vernos en la tarde en su despacho, y de paso yo fui tratando de no dormirme para acostarme en la noche y superar el jetlag.  Salí a almorzar comida turca aquí cerca (lo más barato que encontré, pues desde ahora soy estudiante de nuevo). Hice algunas compras de frutas y víveres para estos primeros días.

Me sentí muy cansado todo el día. En los trayectos en el metro me quedaba dormido por décimas de segundo (microsueño). Pero superé la prueba y al fin me encontré con Antonio y hablamos de los planes, del proyecto de investigación y le hice varias preguntas iniciales para irme ubicando. Salí en medio de un aguacero fuerte (en la mañana también estaba lloviendo) y me mojé bastante. El metro está a seis cuadras del despacho de Antonio.

Llegué de nuevo al apartamento de Diana. Estoy muy cansado y llegó la hora de dormir. En la tarde sentí una baja en mi ánimo pero sé de qué se trata. Aunque un proyecto como este tiene su emoción, también traen consigo una tensión. Es una meta que deseo alcanzar pero sé que no eserá fácil. Tendré que trabajar y luchar por ello. Esto es simplemente el choque con la realidad.

No hay comentarios: