Sonó el despertador a las 8:00. Lo volví a ajustar para las 8:30. No sonó. Me desperté a las 10:49 am. El horario me jugó esa mala pasada. Con todo y que aquí los horarios son distitnos a los que usualmente tenemos en colombia (Aquí las 8:00 a.m. son como las 6:00 a.m. para nosotros), el jetlag sigue presente. Me organicé rápido y salí rumbo a la Unviersidad. Entré a la biblioteca e inicié a estudiar las primeras lecturas que me han dejado los profesores. Una de ellas, todo un ladrillo: teoría de la opinión pública. No sé mucho, quizás ni me interesa. Hago lo que puedo, me "tiré" dos horas y sólo pude leer 10 páginas. No entendí mucho a pesar de que hice un resumen, pero no sé si me servirá de algo.
A medio día fui a almorzar a Moncloa, al FrescCo, Me fui a pie por entre los edificios del campus universitario y pasé cerca del Museo de América. También pasé al pie de una especie de mirador que está cercado y en reparación. No sé si se trata de un obelisco u otro tipo de edificio. Me quedé con la duda. Ya hacía unos meses en otro viaje la inquietud me había asaltado y aúun no la resuelvo. Luego del almuerzo camino un poco y llego a Argüelles, una zona comercial en la que hay uno de los almacenes por departamentos símbolo de España: el Corte Inglés. Un poco de "vitrineo" y regreso hacia la Universidad, ahora con rumbo hacia el despacho de Antonio Lucas Marín. Caminar es una buena manera de sentir y vivir estas ciudades europeas.
Estuvimos hablando con Antonio del trabajo de investigación que es el centro de las actividades que tengo que encarar (Quizás la más importante). Le hice muchas preguntas sobre cómo empezar. En resumen me dijo: lo que debes hacer es leer, pensar y escribir; leer pensar y escribir... Me queda muy claro.
Vuelvo al apartamento y me acuesto tarde viendo videos en Internet del terremoto en Haití. ¡Qué triste!
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