Una vez allí busqué un sitio tranquilo y me eche al pasto cual desocupado en le Parque Nacional en Bogotá. También tome algunas fotos y hasta me quité la camiseta para recibir un poco de sol. Después del invierno, y con todo y que no estamos propiamente en Noruega, la piel pide un poco de sol.
Pero lo más interesante de todo fue que también aproveché para estudiar. Antes de este viaje no se me había ocurrido que al estudio también se le puede dar este tipo de placeres visuales y disfrute de la naturaleza. La foto de mi lugar de estudio lo dice todo:
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2 comentarios:
Amigo mio, me encanta saber que estas disfrutas lo que haces, al leer éstas lineas me siento orgullosa de tener la fortuna de ser tu amiga, de poder sentarme a hablar contigo de tecnologìa, pero también de cosas doméstica... que rico!, espero una llamada tuya cuendo regreses.. un abrazo, y de vez en cuando portate mal.
Con esa foto, no me diga más... asumo que la producción intelectual es poderosa. Y ojo! Como dice el dicho por allí, en Mayo no te quites el sayo... porque los cambios de estación y clima por allí, pueden pegar duro. Un abrazo mi amigo!
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